Los Tlaxcaltecas somos revolucionarios

 

Versar sobre tan polémicos acontecimientos con tantas y diferentes fuentes de información nos permite efectuar una crítica analítica objetiva, procurando citar con brevedad histórica desde sus orígenes.

En estas tierras la cultura más antigua se desconoce, desde quienes vivieron en las zonas a donde se encuentran las pinturas rupestres, los jeroglíficos, que tienen una antigüedad superior a los 7000 años, tenemos las zonas arqueológicas la más antigua, Xochitécatl, posteriormente Cacaxtla adonde floreció la cultura Ulmeca-Xicalanca, que a la llegada de los Teochichimecas-tlaxcaltecas ya se encontraba en decadencia y la antigua cultura se fusionó con la nueva, quienes eran grandes guerreros.

Pasado el tiempo cerca del año uno caña (1519) ocurrieron grandes presagios funestos, que inició a principios del siglo XVI, aproximadamente en 1508 al 1519, estos sucesos fueron predichos por la Cultura Tolteca en el siglo X, así como en el Códice Xolotl de Netzahualcoyotzin y tambien en el Códice Florentino entre otros, coincidían con el regreso de Quetzalcoatl.

Que coincidió con la llegada de Hernán Cortés, en la fecha y lugar indicado y era un personaje blanco tal como lo indicaba sus codices y predicciones, al ver que llegaban estos personajes los tlaxcaltecas fue el único pueblo que combatieron contra ellos en tres ocasiones, efectuando finalmente la alianza hispana-tlaxcalteca, revolucionando el mundo mesoamericano por la caída de la Gran Tenochtitlan-Tlatelolco.

En esta evolución aparece que Tlaxcala se convierte en Cuna del Mestizaje, la Colonización y la Religiosidad en América conocido este movimiento como la Tlaxcaltequidad o colonización efectuado por los tlaxcaltecas apoyando a los hispanos llegando hasta el norte a Florida, Texas, Nuevo México, Colorado y la Alta California y la mayor parte de las antiguas provincias al Norte de nuestro país, hoy estados bajando hasta Jalisco, Guanajuato y Michoacán, en la parte del Altiplano Central México y Puebla, al sur Oaxaca, Guerrero, Chiapas, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá, Perú y Filipinas, en esta colonización la cosmogonía y cosmovisión tlaxcalteca como la idiosincrasia hispana, se fusionaron para obtener un gobierno mestizo hispano-tlaxcalteca que revoluciona en las misiones y colonias fundadas adoptando como única religión la cristiano-católica.

Dicho gobierno es reconocido por los grandes pensadores mundiales, como los autores del enciclopedismo francés y la ilustración, de estos conocimientos sobre el gobierno tlaxcalteca se fundamentó “Jean Jacob Rousseau”, autor de “Contrato Social” en el que cambia la forma de gobierno de Reino a la de República, Representativa, Democrática, y es el actual tipo de gobierno de la mayor parte de países, revolucionando, el mundo, sus formas puras e impuras de gobierno, y se ha solicitado por mi sencillo conducto, a la ONU, se le reconozca a Tlaxcala, México como la madre de ésta forma de gobierno y a su vez se le haga de conocimiento mundial:

“Hay que otorgarle honor a quien honor merece”.

Los Tlaxcaltecas han estado en los grandes movimientos para el beneficio de nuestra actual Nación; entre 1808 a 1812, el Diputado de Ultramar por Tlaxcala, Don Miguel Guiridi y Alcocer presidió las Cortes de Cádiz para obtener la Constitución Española y de ella, como de Sentimientos de la Nación de José María Morelos y Pavón así como la declaratoria de la independencia emana la Constitución de la América Mexicana en Apatzingán en 1814, estando también en esta revolución conocida con el nombre de Independencia, célebres tlaxcaltecas, destacando a Don Mariano Matamoros, quien inicio en 1809 y se encuentra presente en el famoso abrazo de Acatempan entre Agustín de Iturbide representante de las fuerzas Realistas y el general de los ejércitos liberales don José María Morelos y Pavón, quienes unen ambos ejércitos por una sola causa “El tener la libertad en la América Mexicana”, así como muchos héroes conocidos y anónimos de Tlaxcala.

En la celebración de la Revolución Mexicana se indica que es por el anti- reeleccionismo y si somos analíticos, la Constitución de 1824 y 1857 establece la “No reelección”, que violó primeramente el General Antonio López de Santana, y Pino Suárez porque cuando uno era presidente, el otro era vicepresidente y viceversa., el segundo presidente que violó la Constitución fue Don Benito Juárez que jamás convocó a elecciones y el último fue el General Don Porfirio Díaz.

Sobre este existen tres puntos primordiales a tratar:

1. La No reelección
2. La riqueza distribuida en unos cuantos (Hoy son menos los beneficiados incrementando la pobreza y apareciendo la extrema pobreza que día a día es mayor).

 

Ya que el Presidente Don Porfirio Díaz rompió relaciones con E. U. A. y por 31 años no tienen negociaciones porque el citó una frase célebre “Pobre de México, tan lejos de Dios y tan cerca de los Estados Unidos Americanos”, pidió apoyo al bloque europeo a Inglaterra, Francia y Alemania logrando un auge económico-social y cultural. El Presidente Porfirio Díaz presentó su renuncia con carácter de irrevocable al Congreso de la Unión el 26 de Mayo de 1911, en este gobierno se gesta la sangrienta revolución, promulgada por el “Plan de San Luis en “Missouri” E.U.A. el 27 de Mayo de 1911, la cual exhortaba al pueblo mexicano a levantarse en armas el 20 de Noviembre de 1911 a las 18 horas, firmando como Presidente del Partido antireeleccionista, Don Francisco Y. Madero”.

Entre las ciudades del Centro del Altiplano, se reunían en Puebla en la Casa de los Hermanos Serdán, todos los pertenecientes a esta causa miembros del partido antireeleccionista, los que había recibido una primera orden de levantarse en armas el día 28 de Mayo de 1911, por lo que en la madrugada partiendo de San Bernardino Contlan, Tlaxcala. Es el primer brote de la Revolución registrado en la historia al mando Juan Cuamatzi con su lugarteniente Pioquinto Tlilayatzi, del mismo lugar, Pedro M. Morales, los Hermanos Hernández Márquez de Tlaxco, Hermanos Romano, Hermanos Xelhuantzi, Máximo Rojas de Papalotla, Domingo y Cirilo Arenas de Zacatelco, Antonio Hidalgo de Tepehitec, Carlos Fernández de Lara de Acuitlapilco, Marcos Hernández Xolocotzin de Amaxac, Ángel Zárate Hernández, mejor conocido como el cajón político y/o correo político quien fuera jefe maderista desde 1908 (su título expedido por Don Francisco Y. Madero, dice jefe de armas miembro de los hijos libres de Chiautempan, partido antireeleccionista) quien recibiera a Francisco Y. Madero en Chiautempan, Tlaxcala, en 1906,1908 y 1910 en su visita de campaña como candidato a Presidente de la República Mexicana.

De estos personajes se encuentra Domingo Arenas quien pugnaba por una frase “la tierra es para quien la trabaja” a diferencia de Emiliano Zapata que decía “tierra y libertad”. Domingo Arenas inició el reparto agrario a nivel nacional con el apoyo de Gersain Ugarte Rodríguez, Secretario del Presidente Don Venustiano Carranza de la población de Terrenate, Tlaxcala.

Máximo Rojas y Antonio Hidalgo fueron gobernadores post-revolucionarios.

Etimológicamente Revolución, significa una vuelta, un ciclo que rompe una forma de vida política y social, económica y cultural, retrocediendo con ello al perder el equilibrio en uno de los poderes, en el pueblo y en el gobierno que es el poder económico, por ello cambiemos la forma más no el fondo y en el gobierno si se busca una revolución por el bienestar social, sólo se efectúe de manera intelectual.

Compatriotas, tlaxcaltecas, hemos vivido entre héroes, y lo somos hasta nuestros días, quienes formaron a México, nuestra nación con el corazón del indomable Tlahuicole y la fuerza de Xicohténcatl quienes luchan con frenesí día a día por su cosmovisión prehispánica y la idiosincrasia hispánica, la religiosidad, es por ello que el mexicano tiene un corazón de esencia prehispánica y un alma hispánica que toma cada uno de los acontecimientos con alegría como la muerte misma, porque un Tlaxcalteca no sobrevive, el vive en plenitud para los suyos, para la nación y para el mundo, viviendo la revolución día a día, “triunfaremos”.

Sin más por el momento, le presento mis más sencillos respetos.

Hist. Miguel Ángel Meneses Ordoñez